"¡Esta noche quemamos el Big Ben!"

Este fue uno de los cánticos que entonaban las miriadas de españoles residentes en Londres tras la final del mundial. La celebración, de la cual tuve la suerte de ser testigo y participante, es una muestra del inmenso número de personas que suponemos los que estamos viviendo en la capital Inglesa: Picadilly absolutamente tomado e intransitable, no puedo explicarme como el Eros aguantó a tantas personas subidas sobre él; Oxford Street con el tráfico parado por entusiastas que toreaban (literalmente) a los vehículos; Trafalgar Square, símbolo de una terrible derrota Española hace dos siglos, convertida en el centro de celebración de un gran triunfo.

He encontrado un vídeo en Youtube en el que todo esto queda muy bien reflejado y que muestra todos los lugares en el que los autores de este blog estuvieron regocijándose y celebrándolo. Hasta que recopilemos las fotos que se hicieron esos días, sirva el vídeo como acompañamiento a esta humilde crónica.



Antes de nada, que quede clara una cosa: yo, futbolero cero. Nada. No veo ni los partidos del Atleti mi supuesto equipo. Pero cuando llegan los mundiales, procuro ver todos los partidos de la selección española. Este mundial, gracias a que la televisión inglesa ofrece GRATIS todos los partidos del mundial, en lugar de practicar el racaneo de España, he visto casi todos los partidos del mundial a partir de la derrota ante Suiza, y desde luego, me he visto todos los de España. Y hay que decir que ha sido una experiencia emocionante que ha costado al equipo de Vicente del Bosque mucho sudor y sufrimiento.

Por una vez, superamos la maldición de cuartos, a pesar de que el árbitro nicaraguense hizo lo imposible porque no fuera así. Llegando a puerta mil veces y no marcando hasta que los nervios estaban a flor de piel. Ganando a equipos peligrosísimos como Alemania... España se merece el mundial. Punto.

Decidimos ir a ver el partido a un bar del centro, a distancia de paseo de Picadilly Circus y de Trafalgar Square. El sitio no era pequeño, pero una marabunta de gente rápidamente inundó los tres pisos del local y las reacciones exotérmicas de tantos cuerpos juntos hizo que viviéramos el partido con calor añadido a los nervios. La cara de Laura era la personificación de la tensión, más incluso que la rigidez de mi columna vertebral.

Cuando llegó el gol de Iniesta, el bar estalló en un júbilo ensordecedor con la certeza de que en ese instante habíamos ganado el Mundial. Lo teníamos tan claro como Casillas, que rompió a llorar en ese mágico minuto 116 de la batalla que fue la final. Y cuando digo batalla, lo digo literalmente, al menos para uno de los dos equipos. Debe ser que en Holanda juegan a una mezcla de fútbol y kung fu:


Normalmente aquí pongo un pie de foto gracioso, pero esto no tiene ni puta gracia. ¿O sí?


Todavía hay holandeses en la Red que tienen todavía menos elegancia que el equipo al que apoyan y que aseguran que el árbitro les robó el partido en vídeos donde se ve perfectamente esta imitación de Chuck Norris. Eso sin decirles todavía que es la final donde más tarjetas ha sacado un árbitro en la historia de los mundiales: 12, de las cuales, sólo 2 o 3 son para España. Y por otro lado, no ha sido cosa de un sólo partido.

Volviendo a la celebración. Después de unos pocos brindis en el bar, salimos a la calle hacia Picadilly Circus. Esto fue lo que encontramos, por si no os acordáis de el vídeo del principio:


Hola, mamá. Si lees esto, yo no he venido a emborracharme como aseguran estos depravados.


Cuando vimos que poco más se podía hacer en Picadilly, donde la policía había cortado parcialmente el tráfico, fuimos hacia Trafalgar Square. Las siguientes imágenes hablan por sí solas:

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Las imágenes pertenecen a la agencia Reuters. Se pueden ver más aquí.


Sin dudarlo un segundo, y con la imprudencia de llevar la cartera y el móvil en los bolsillos, Ales y yo nos dirigimos hacia la fuente de Trafalgar Square a darnos nuestro primer baño del verano y a trepar a la fuente para gritar nuestra victoria... bueno, yo que estoy más trofollo y en peor forma física me conformé con el primer piso, pero Ales llegó a subirse a la concha a festejar el triunfo.

Miles de españoles a los que se unieron simpatizantes extranjeros de la selección tomaron la capital inglesa durante una noche mágica, una noche de cuento de hadas con final feliz que vivimos todos los que salimos a la calle. No sé cómo estaría Colón o la Cibeles en España, mucha gente decía que querrían estar en España en ese momento, pero para ser justos, la celebración de Trafalgar estuvo a la altura.

Y hablando de cuentos: ¿qué clase de final feliz sería el de esta historia tan bonita si al final el héroe no besara a la chica?



Dentro de poco colgaremos nuestras fotos, que son más reveladoras que mi relatillo. Hasta entonces, un saludo ¡y viva España!

4 comentarios:

Molly dijo...

¡¡Qué grande Carlos!! Da una cosilla ver tantas banderas españolas en tierras infieles... A mí no me hubiera imPortado celebrarlo estando por ahí, hubiera sido una gran fiesta...
Por cierto, de lo que tú ya sabes... ¿qué te puedo decir? ;-( ;-( ;-( Que todos te mandamos un fuerte abrazo!!!

Carlos dijo...

Gracias, Oscar.

Lo de tierras infieles... ya te digo, celebrarlo en un sitio que conmemora una derrota española es lo más delicioso.

Lito Lizana dijo...

Os paso un link
http://peru21.pe/noticia/546126/jong-figura-street-fighter

Assortlist dijo...

The bridge and the arch kansas city bodyrubs